miércoles, 8 de agosto de 2007

BURNOUT, ESTRÉS LABORAL QUE INCAPACITA


El burnout es una forma avanzada de estrés laboral que llega a desarrollar una incapacidad total para volver a trabajar y que se presenta en personas cuya profesión se basa en el trato directo con gente, como profesores, enfermeras, médicos, servidores públicos y hasta comerciantes. Conozca y prevenga el surgimiento de este mal.
Es bien cierto que existen profesionistas de gran importancia social que inspiran respeto y admiración por el tiempo y las atenciones que brindan a otros individuos, tales como profesores, bomberos o personas dedicadas al servicio médico en sus diferentes vertientes, como enfermería, medicina general y urgencias.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, ya que desde la segunda mitad del siglo XX se ha encontrado que este tipo de actividades, junto con rasgos particulares de la personalidad, exponen a las personas a una forma especial de estrés que puede resultar devastador, el llamado síndrome de burnout (quemado) o de desgaste.
Se ha deducido que médicos, psicólogos, asistentes sociales, profesores, policías, bomberos, guardias de cárcel, comerciantes y personal encargado de brindar atención al público se encuentran expuestos a este problema de estrés debido a que se ven involucrados durante largas horas en los problemas y preocupaciones de las personas con las que se relacionan, y en las que es cotidiano enfrentarse a factores sociales desfavorables como pobreza, violencia o muerte.
Este padecimiento fue descrito por primera vez en 1974 por el psicólogo clínico Herbert Freudemberg, quien trabajaba en una clínica para personas con problemas de adicción en Nueva York (Estados Unidos). El especialista observó que luego de laborar un año, la mayoría de los voluntarios sufrían ansiedad, depresión, progresiva pérdida de energía hasta llegar al agotamiento, desmotivación en su trabajo y agresividad hacia los pacientes, de modo que lucían o manifestaban sentirse "quemados" o "fundidos".
Casi al mismo tiempo, la psicóloga social Cristina Maslach, estudiando las respuestas emocionales de los profesionales "que trabajan con personas" o "de ayuda", calificó a los afectados de sobrecarga emocional o síndrome de burnout como gente con profundo agotamiento emocional, insensibilidad hacia los receptores del servicio, falta de realización personal y una serie de problemas psicológicos, nerviosos y dolencias físicas que mermaban su rendimiento.

ATAQUE DE ANSIEDAD, MÁS QUE NERVIOS Y ESTRÉS


A pesar de que la ansiedad es una reacción natural que tiene la finalidad de preparar al organismo para enfrentar adversidades, hay ocasiones en que se vuelve incontrolable y paraliza al individuo, imposibilitando su desempeño en hogar, trabajo o escuela. ¿Cómo hacerle frente?
La carga de trabajo y responsabilidades que caracterizan al ritmo de vida en las grandes ciudades nos obliga a vivir en estado de alerta por tiempo prolongado, a la vez que actividades tan básicas como dormir y comer “pierden importancia” y se realizan en forma deficiente. Esta cualidad de nuestro tiempo es cuestionada severamente por la Medicina, ya que ha favorecido el avance de un padecimiento que genera agitación y decaimiento, a veces sin causa aparente, en considerable porcentaje de la población: el trastorno de ansiedad, mismo que en condiciones extremas puede desencadenar crisis o ataques de pánico.
Antes que nada, cabe aclarar que “la ansiedad es una respuesta normal del organismo para enfrentar una situación de peligro; se caracteriza porque la percepción de los sentidos es más aguda, las pupilas se dilatan para mejorar la visibilidad y la circulación se incrementa en los músculos para que estén mejor irrigados y se muevan con mayor rapidez y potencia. Se trata de una reacción que data de épocas remotas, completamente natural, que nos ayuda a mantenernos alerta cuando estamos ante una adversidad, sea conocida o no, como hablar en público, presentar un examen, cambiar de trabajo, contraer matrimonio o sufrir un accidente”, explica la Dra. Alma Romero Díaz, quien es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Consejo Mexicano de Psiquiatría.
Sin embargo, agrega la especialista en entrevista para saludymedicinas.com.mx, que hay ocasiones en que la ansiedad deja de ser conveniente y se transforma en una condición anómala, ya que se presenta por mucho tiempo y/o es tal su severidad, que impide al individuo la realización de sus actividades cotidianas, como trabajar o estudiar, e incluso imposibilita salir de casa o atender adecuadamente a los hijos y familia.
Se dice que del 5 al 7% de la población mexicana se ve afectada por la ansiedad, y aunque es más frecuente en personas mayores de 20 años, puede presentarse a cualquier edad. Varios factores intervienen en su surgimiento, pero la psiquiatra refiere que contribuyen en mucho “la susceptibilidad de cada persona y el intenso estrés de las grandes ciudades, donde hay largas distancias por recorrer, enorme carga de trabajo, competencia y preocupación porque no alcanza el dinero”.
Cuando cunde el pánicoHablar de trastorno de ansiedad es mucho más que pensar en nerviosismo o tensión pasajera, pues se trata de un problema desgastante que disminuye notablemente la calidad de vida. Por principio, el paciente se vuelve incapaz de relajarse, no puede concentrarse bien y le cuesta mucho conciliar el sueño.

MÁS AUTOESTIMA, MENOS ESTRÉS


Poseer alta autoestima está directamente relacionado con padecer menos estrés, ya que los sentimientos de confianza en nuestras capacidades (para pensar y enfrentarnos a los desafíos de la vida), desembocan en seguridad para reforzar nuestro derecho a triunfar, a ser felices y respetados, a emprender nuevos proyectos y a tener la constancia y disciplina necesarias para concluir lo que nos propongamos.
Como características de una buena autoestima está la expresión afectiva, esto es, ser capaces de dar y recibir afecto, saber valerse por uno mismo en todas las situaciones que se presentan en la vida, aceptarse plenamente, ser tolerantes y tener consideración por nuestros semejantes, no ser egoístas y respetar a los demás; una baja autoestima, por el contrario, se caracteriza por no sabernos valorar, permitir que los demás nos hagan sentir menos y creer que nadie nos puede llegar a querer, además de pensar que nunca podremos realizar nuestros objetivos.
Es por estos motivos que si tenemos buena autoestima los factores externos no harán mella en nosotros, reduciendo las situaciones de estrés, al mismo tiempo que cuando estas aparezcan sabremos cómo manejarlas. Si usted detecta algún problema con su autoestima, lo mejor será que acuda a un profesional (psicólogo) para que lo oriente y encuentre la raíz del trastorno.
Cuando lo que nos ocurre es que simplemente estamos agotados y sometidos a circunstancias prolongadas de mucha tensión, existen diversas opciones mediante las cuales podemos relajarnos y reponer energías. He aquí algunas de ellas:
Técnicas de relajación y meditación.
Práctica de ejercicio físico.
Buena alimentación.
Aceptación de nuestros errores como parte de la naturaleza humana.
Adecuada administración del tiempo, el cual debe contemplar etapas de recreación y entretenimiento.
Compartir las adversidades con alguien de absoluta confianza.
Modificar el enfoque de nuestras experiencias, para encontrar el ángulo positivo en cada una de ellas.
Saber dividir los problemas en partes, para solucionarlos eficazmente, además de felicitarnos y recompensarnos cuando los hemos resuelto.
Aprender de los errores, para no repetirlos en el futuro.
Ponga atención a cada uno de los puntos anteriores y, sobre todo, practíquelos con constancia. El estrés es parte de la vida y como tal hay que aceptarlo y aprender a vivir con él, sólo así lograremos desarrollar una personalidad emprendedora, que acepte los retos del día a día.

ESTRÉS? APRENDA A VIVIR CON ÉL!


Para quienes vivimos en grandes ciudades es inevitable que de vez en cuando el estrés se apodere de nosotros; manos sudorosas, mandíbula tensa y cambio en la frecuencia de los latidos del corazón son las primeras señales de que estamos en tensión, pero, ¿cuáles son las causas de tales circunstancias y cómo podemos controlarlas?
El estrés es una respuesta natural del cuerpo a las situaciones que lo amenazan, una forma de mantenerlo "alerta" por si necesita defenderse, ya que incluso se presenta con el sólo hecho de recordar una circunstancia amenazante. Gracias a estos impulsos obtenemos la energía suficiente para realizar gran parte de nuestras actividades cotidianas, lo que se llama "estrés positivo".
Sin embargo, la otra cara de la moneda se basa en el hecho de estar expuestos frecuentemente a diversos tipos de situaciones estresantes, ya sea en el entorno familiar, laboral o social. Los síntomas físicos podemos identificarlos mediante incremento de la actividad del corazón, sudoración, escalofríos, nudo en la garganta, boca seca, dilatación de pupilas, dificultad para respirar, falta de concentración y de autocontrol, ansiedad, adicciones, trastornos del sueño y alimentación, problemas para tomar decisiones, baja productividad, insatisfacción y mal ambiente laboral.
Cuando la causa de nuestro estrés no ha sido identificada y mucho menos controlada, los efectos van más lejos, de manera que afectan gravemente nuestra salud: aparecen migrañas, considerable baja de nuestro sistema inmunológico (lo cual ocasiona infecciones), cansancio crónico, deterioro de nuestras relaciones personales y laborales, crisis de pánico, angustia, abandono de nuestros proyectos, falta de motivación, frustración, pérdida de autoestima, depresión severa y, en casos extremos, suicidio. Un círculo vicioso en el que el estrés ocasiona graves padecimientos y estos, a su vez, incrementan a aquel.
La clave está en que cuando caigamos en dichos estados sepamos reconocerlos y actuemos para controlarlos, de esta manera evitaremos que avancen. Tengamos en cuenta que siempre hay alternativas que nos ayudarán a relajarnos y aprender a vivir dominando el estrés.

QUÉ NO COMER?



Como usted puede ver es muy importante saber qué comer para no desequilibrar la nutrición, pero igualmente destacado es conocer qué productos debemos dejar de lado, como:Irritantes. Té negro, refresco de cola, cigarro, café y alcohol contienen compuestos que alteran el estado de ánimo si se consumen en exceso.
Comidas procesadas. Principalmente las elaboradas con considerables cantidades de grasa alteran el buen funcionamiento del sistema digestivo.
Sal y azúcares. Compuestos que en demasía son causantes de presión arterial alta, el primero, y obesidad y caries, el segundo.
En contraparte, lo que los nutriólogos recomiendan es tomar por lo menos dos litros de agua cada día, comer despacio y hacer cuatro o cinco comidas ligeras en lugar de tres muy abundantes, con lo que aprovecharemos de mejor manera los nutrientes.
No está por demás recomendar practicar ejercicio moderado, como caminar, aeróbicos de bajo impacto, natación y un poco de bicicleta, entre otros. Asimismo, procure tiempo para actividades que lo relajen, como escuchar la música que le proporcione placer, ver una buena película o leer algún libro que lo haga sentir mejor.
Tome en cuenta todas estas recomendaciones para ponerlas en práctica con algún otro miembro de la familia que atraviese por una situación de estrés, por ejemplo, los hijos en periodo de exámenes escolares, quienes igualmente pueden llegar a sentirse angustiados o irritables.

EFECTIVA DIETA ANTIESTRES


El estrés influye en nuestra manera de comer de tres formas: nos incita a hacerlo constantemente o, por el contrario, nos reduce el apetito o definitivamente lo hace a un lado. Lo mejor es no dejarnos dominar por ninguno de ellos, mantener el control y alimentarnos sanamente, como a continuación sugerimos.
Cuando el organismo se somete a esfuerzo intenso y tensión, se ponen en marcha una serie de mecanismos metabólicos que modifican el comportamiento para adaptarse a esa situación de estrés. Lamentablemente no siempre los cambios son lo más recomendable para afrontar el momento y, por el contrario, pueden afectar la salud, tal como sucede con la conducta alimenticia, la cual puede sufrir tres tipos de trastornos:
Hiperfagia (comer más de lo habitual para reducir la ansiedad).
Hipofagia (comer menos).
Anorexia (falta de apetito y distorsión de la imagen que se tiene de uno mismo).
Cualquiera de estos descuidos alimenticios trae como consecuencia principal la baja de nutrientes (comer mucho no siempre es alimentarse), lo que a su vez acarrea disminución en la capacidad inmunológica, es decir, nuestro cuerpo es más propenso a padecer enfermedades infecciosas. Pero no sólo eso, ya que también se reduce la capacidad de reparación de tejidos, se pierden minerales y se altera el equilibrio del colesterol bueno (HDL), el cual se reduce, mientras que el malo (LDL) tiende a incrementarse.

ESTRES EN LA ADULTEZ, PROBLEMAS EN LA VEJEZ


México es considerado uno de los países con mayor nivel de estrés en el mundo debido, principalmente, a la concentración poblacional en sus grandes ciudades. Pocos pensamos que las repercusiones de vivir así en la adultez se presentarán en la tercera edad, pudiendo llegar a ser de consideración; ¿qué hacer?
No lo tome como una exageración, pero estadísticas a nivel mundial relacionan directamente al estrés con las seis principales causas de muerte: cáncer, enfermedades cardiovasculares (del corazón) y pulmonares, accidentes, suicidio y cirrosis (las células del hígado mueren poco a poco —sobre todo por exceso de alcohol— y se transforman en tejido fibroso con numerosas cicatrices y nudos, propiciando que el órgano se torne rígido y no realice adecuadamente las más de 500 funciones que le corresponden).
Las cifras que así lo muestran no se ciñen únicamente a los adultos mayores, es cierto, sino a la población en general, pero son ellos quienes menos preparados están para enfrentar los estragos del estrés en esa etapa de la vida.
Antes de continuar, recordemos que la ciencia define al estrés como la respuesta fisiológica involuntaria del organismo que prepara al individuo a reaccionar ante estímulos que ponen en peligro su estabilidad. Fríamente podemos pensar que no se trata de un problema y que, por el contrario, resulta benéfico para el ser humano, ya que es la manera de prepararlo para enfrentar contrariedades.
Sin embargo, vivir constantemente así trae consecuencias a la salud; por ejemplo, el intenso ritmo de vida y la falta de descanso producen nerviosismo y ansiedad, estados emocionales que alteran el ritmo normal del corazón, dificultan la respiración, propician falta de concentración, pérdida de apetito y cabello, y el sistema inmunológico (el que genera defensas ante infecciones) disminuye su eficacia, por lo cual es mayor el riesgo de sufrir enfermedades causadas por virus, bacterias u hongos.
Es importante hacer énfasis en lo anterior, sobre todo al referirnos a los adultos mayores, quienes en forma natural ven reducida la capacidad de su sistema inmune, y si a ello agregamos alteraciones en la estabilidad emocional por el estrés vivido a lo largo de varios años, las consecuencias pueden ser lamentables.

miércoles, 1 de agosto de 2007

MEDICINA Y PSIQUIATRIA


El fin de la Psiquiatria ComunitariaInglaterra abandona la psiquiatria comunitaria según ha dicho Frank Dobson, secretario de Salud en el parlamento británico. Se pone en marcha una nueva estrategia que implica una supervisión más estrecha de los pacientes en hospitales o en unidades locales, se va a cambiar la Mental Health Act y se van a abrir camas psiquiátricas en hospitales generales en edificios aparte. Dobson reconoció que el cuidado comunitario había fracasado y que muchos pacientes habían sido abandonados a su propia suerte suponiendo un riesgo para ellos y para los demás.http://www.bmj.com/cgi/content/full/317/7173/1611/a
Sobre DietasSegún un artículo del BMJ, los tipos de cancer más frecuentes en Occidente (pulmón, colon, mama y próstata) son desconocidos en países en desarrollo y aumentan a partir de la segunda generación de emigrantes a países desrrollados por lo que los factores ambientales son determinantes y en particular la dieta. Las recomendaciones de los autores son 5 : no fumar, hacer ejercicio, no ser promiscuo sexualmente, no tomar el sol y no contraer hepatitis B o C.
http://www.bmj.com/cgi/content/full/317/7173/1636
Por otro lado, un estudio realizado en el Johns Hopkins Children's Center y aparecido en el JAMA demuestra la eficacia de la dieta cetogénica (alta en grasas, baja en carbohidratos) para reducir la frecuencia de crisis convulsivas en niños con epilepsias de difícil tratamiento. Esta dieta se desarrolló precisamente en el Johns Hopkins y en la Mayo Clinic en los años 20 pero se abandonó tras la aparición de fármacos antiepilépticos eficaces. http://www.ama-assn.org/sci-pubs/journals/most/recent/issues/neur/noc7479.htm
Por último, un trabajo aparecido en Lancet afirma que el consumo moderado de alcohol disminuye el riesgo de muerte en hombres que han sufrido infartos previos http://www.pslgroup.com/dg/d1d72.htm pero un estudio en ratones aparecido en el número de Noviembre de Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology pone en duda que el aceite de oliva proteja contra la enfermedad cardiovascular http://dailynews.yahoo.com/headlines/hl/story.html?s=v/nm/19981127/hl/olive8_1.html
Búsquedas BibliográficasLas búsquedas electrónicas de literatura encuentran aproximadamente un 50% de los estudios relevantes sobre el tema que nos interesa. Según un trabajo del BMJ, consultar a otros expertos puede ser una buena manera de encontrar ese 50% restante. http://www.bmj.com/cgi/content/full/317/7172/1562
Trastorno por Estres Postraumático en niños implicados en accidentes de tráficoSegún este trabajo del BMJ, un tercio de estos niños desarrolla el trastorno. Es más frecuente en niñas y ni el tipo de accidente ni la naturaleza y gravedad de las heridas físicas se asocia con su aparición. http://www.bmj.com/cgi/content/full/317/7173/1619
No hay pruebas de que la silicona dañe la salud de las mujeresUn panel de expertos nombrados por una juez ha concluido que no existen pruebas de daño por implantes de silicona. Aunque el dictamen no es vinculante influirá sin duda en los procesos legales abiertos por este motivo. http://www.elpais.es/p/d/19981203/sociedad/experto
Fármacos News Empezaremos hablando de la Gabapentina sobre la que aparecen dos artículos en el JAMA demostrando su eficacia en dos tipos de dolor: la Neuralgia Posherpética
http://www.ama-assn.org/sci-pubs/journals/most/recent/issues/jama/oc80459a.htm y en la Neuropatía dolorosa de la Diabetes Melitus http://www.ama-assn.org/sci-pubs/journals/most/recent/issues/jama/oc80460a.htm
Otro antiepiléptico, la Vigabatrina, parece que anula por completo la búsqueda (craving) de nicotina en animales al parecer bloqueando los efectos de la nicotina sobre la dopamina. Estos efectos se añaden a los que ya había demostrado en el bloqueo de la acción del alcohol, anfetaminas y morfina http://cnn.com/HEALTH/9812/02/anti.nicotine.drug/index.html
En cuanto al Metilfenidato, un panel de expertos de los Institutos Nacionales de Salud norteamericanos propone una mayor investigación en cuanto al diagnóstico y fiabilidad del Trastorno por Deficit de Atención en la Infancia así como de los efectos a largo plazo del Metilfenidato. Según estos expertos, aunque este trastorno psiquiátrico es el más diagnosticado en la infancia, no existe consistencia en el diagnóstico, validez, tratamiento y seguimiento del mismo http://www.bmj.com/cgi/content/full/317/7172/1545
Por otro lado, un metaanálisis sobre la eficacia de la Tacrina concluye afirmando lo que más o menos se sabía, que muestra alguna eficacia y muchos efectos secundarios http://www.acponline.org/journals/ebm/novdec98/tacrine.htm
Para finalizar, otro panel de expertos norteamericano, en este caso para la revisión de la Dependencia a Opiaceos apoya el empleo de Metadona así como su financiación por las compañías de seguros sanitarias http://www.ama-assn.org/sci-pubs/journals/most/recent/issues/jama/cf71002a.htm
Doctor´s Guide to DepressionEl Doctor´s Guide recoge varios artículos relacionados con la Depresión en esta dirección: http://www.pslgroup.com/Depression.htm
Gestos, Lenguaje y PensamientoSegún un estudio de Jana Iverson aparecido en Nature, los gestos que hacemos cuando hablamos tienen un componente genético fundamental. Iverson ha estudiado a niños ciegos desde el nacimiento y ha observado que gesticulan igual que los niños videntes incluso cuando hablan con niños que también son ciegos.
http://www.bergen.com/home/gesture19981128.htm
Esterilidad y Cromosoma YSegún algunas investigaciones la delección de una región del cromosoma Y, la llamada región del factor de azoospermia (AZF c) se asocia con infertilidad. se discute el alcance de estas investigaciones en:
http://www.ama-assn.org/sci-pubs/journals/most/recent/issues/jama/mn189501.htm
Página para residentesHemos visto en el Diario Médico que los médicos residentes disponen de una página web especialmente diseñada para ellos que espera convertirse en un punto de encuentro para este colectivo. Las secciones más curiosas son: Aprovecha la residencia, con consejos para preparar y realizar la tesis, claves para escribir artículos científicos y, más adelante, manejo de referencias bibliográficas y diseños de estudios clínicos. En MIRevista se aceptan artículos de revisión escritos por residentes y reportajes de todo tipo. El apartado Encontrar Trabajo da consejos para preparar un currículo.
www.netmir.com

STRESS EN LOS NIÑOS


Por stress entendemos, un estado tensional y se puede definir como la sensación de agotamiento que cierra o limita la capacidad de continuar desempeñándose en las actividades cotidianas. Se genera por un nivel de demandas demasiado altas de parte del ambiente.
Frente a estas exigencias excesivas, el menor se siente incapaz de responder, o al tratar de hacerlo y lograrlo llega a la situación de agotamiento y cansancio ya descrita.
Considerando esta descripción, cualquier persona está expuesta a sufrirlo, incluidos los niños que sean sometidos a estas condiciones. Por lo tanto el stress en los niños y niñas si existe.
Algunos síntomas característicos que se presentan como consecuencia de este estado, son los siguientes:
8 Dolores de cabeza
8 Problemas digestivos frecuentes
8 Sensación de cansancio permanente
8 Alteraciones del sueño, ya sea sueño excesivo o insomnio
8 Falta o exceso de apetito
8 Faltas de concentración que antes no existían
8 Sensación de intranquilidad
8 Irritabilidad
8 Sentimiento de incapacidad para realizar cualquier tarea
¿QUE HACER?
1.- Si los padres o profesores detectan en un niño o niña un cambio de conducta con síntomas semejantes a las descritas, resulta conveniente consultar con el especialista, médico y/o psicólogo, para que hagan un diagnóstico diferencial. Es importante la participación, de los especialistas, pues puede tratarse de distintas alteraciones, desde un problema orgánico a una depresión. Esto indicaría una forma de tratamiento y manejo especial.
2.- Por otra parte, es importante prevenir en este sentido, manteniendo un nivel de exigencias escolares, extraprogramáticas y familiares, acorde a la edad del niño o niña. Muchas veces en el afán de estimular el desarrollo se exagera y se cae en la sobrecarga para el menor.
3.- Todo ser humano, desde pequeño, necesita de tiempo de recreación y de ocio. Este resulta muy importante para una maduración armónica.
4.- Finalmente si se establece que lo que el niño o niña está viviendo efectivamente se trata de una situación de estrés o agotamiento, cabe entonces, "abrir los ojos" y preguntarse seriamente ¿Cómo hemos llegado a éste punto? ¿Qué creencias erróneas nos han guiado, que nos han impedido darnos cuenta del exceso de esfuerzo que hacen nuestros hijos? O peor aún ¿Hemos impulsado nosotros a nuestros hijos a hacer ese esfuerzo excesivo?
Ante esto último, hagamos un alto y reflexionemos para enmendar y prever a futuro, en relación con nosotros mismos y con los demás a nuestro cargo…nuestros hijos.Envíenos sus dudas y comentarios a
editora@todoninios.cl .

MECANISMOS DE DEFENSA


Es probable que en alguna oportunidad, los profesores o padres de familia han escuchado hablar sobre los mecanismos de defensa. Incluso, su uso también forma parte del vocabulario de quienes se han enterado superficialmente de su significado.
Utilizando la definición de una reconocida investigadora (Cramer, 1987),
mecanismo de defensa es una operación cognitiva que funciona como protección para la persona ante los efectos de la ansiedad. En este sentido, las defensas son adaptativas, pues permiten a la persona continuar funcionando en situaciones que le generan ansiedad (Cramer, 1987). Las defensas utilizadas son activadas para mantener el equilibrio psicológico (Cramer y Block, 1998).
Está demostrado que los mecanismos de
defensa siguen un secuencia predecible en el desarrollo de la persona. En otras palabras, desde la infancia hasta la adultez, la persona utiliza diferentes defensas ante las situaciones estresantes, de acuerdo diferentes momentos en su desarrollo (Cramer, 1987). Como tales periodos de desarrollo involucran un desarrollo cognitivo en aumento, la persona usa las defensas más complejas mientras más edad tenga, y las más simples o primitivas en edades tempranas; esto lleva a afirmar que existen mecanismos de defensa apropiados para una edad en el desarrollo del niño (Cramer y Gaul, 1988).
Para tener una mejor visión de lo que se estamos hablando, las siguientes descripciones provienen, principalmente, del
trabajo de Cramer (1987), sobre el desarrollo de los mecanismos de defensa, considerando principalmente tres de ellas: negación, proyección e identificación.
La negación:
defensa típica de los niños en edad preescolar ante los situaciones estresantes, aparta la atención fuera de los estímulos nocivos o peligrosos, negando su existencia. Durante las relaciones del niño con un ambiente estresante, las conductas que demuestren afirmaciones de negación de lo que está sucediendo, percepción inesperada de optimismo, bondad o gentileza en una situación donde claramente no la hay, negar sentimientos, "no ver" el estímulo amenazante, etc., pueden ser alusivas a la utilización de la negación. Este recurso se puede resumir en "no existe eso". Lo que ocurre es una pobre diferenciación entre los estímulos internos y los externos (típico en edades tempranas). Tanto las relaciones sociales como el creciente desarrollo cognitivo contribuyen a reducir el uso de esta defensa; sin embargo, a nivel de la fantasía, aún puede seguir utilizándose, sin distorsionar la realidad (por ejemplo, cuando los adultos se detienen a "soñar despiertos"). Los adultos que utilizan tal mecanismo de defensa como recurso principal para afrontar el estrés, estarían utilizando una defensa primitiva y, por lo tanto, inmadura.
La proyección: es utilizada, por lo común, por los niños en edad
escolar y es más madura que la negación. El niño, en esta etapa, reconoce mejor lo que ocurre fuera de él (la realidad) y dentro de él (sus fantasías); similarmente, está aprendiendo normas sociales que las interioriza y controlan ciertos pensamientos y sentimientos que en estas edades son considerados inaceptables. La proyección funciona atribuyendo las características propias que son desagradables o inaceptables. "No soy yo, son ellos" es una afirmación que podría resumir el uso de la proyección. Los niños (y adultos) que utilizan la proyección en situaciones de ansiedad, no muestran una seria distorsión de la realidad. La proyección es utilizado a través de la niñez y adolescencia. Atribuir la propia agresividad o sentimientos hostiles a otros, la suspicacia, afirmar conocer y saber las necesidades e intensiones de otros, percepción de ser amenazado sin bases objetivas, etc., son indicios del uso de la proyección.
Por último, en mecanismo de identificación. "No son ellos, soy yo" es una afirmación que podría ser identificado en esta defensa. Ocurre
cuando se toma como propio ciertas cualidades o características de otras personas o personajes, cuyos efectos mejorarán la propia seguridad y autoestima. Durante la adolescencia, esta defensa un papel importante. La imitación de actividades y características de personajes, la autoestima conseguida a través de la afiliación con otras personas, etc., son expresiones de la identificación.
Sabemos que las situaciones bipolares (éxito-fracaso) tienden a ser percibidas como amenazantes a la propia autoestima. En tales situaciones, los niños (así como los adultos) utilizan
generalmente la negación para protegerse de la sensación de fracaso, mientras que los niños ante el éxito tienden a utilizar más defensas de identificación (Cramer y Gaul, 1988).
La diferencia de género influye en cómo los niños y las niñas utilizarán los mecanismos defensivos. Por ejemplo, los varones tienden a orientar más sus reacciones defensivas hacia el
exterior (hacia el mundo externo); los niños son, entonces, más "acting out", descargando hacia fuera de sí mismos sus emociones o culpando a los demás por su propio fracaso. Las niñas, contrariamente, tienden a orientan sus respuestas hacia el interior (mundo interno) (Cramer, 1983). Es más esperable, por lo tanto, ver que los niños expresen sus quejas, agresión y reacciones a la frustración hacia las personas, los objetos y la situación externa en general. Las niñas, son percibidas con comportamientos que reflejen volcar hacia sí mismas las frustraciones, agresividad o emociones displacenteras; y es más probable también que el fracaso sea atribuido a sí mismas.
Patrones de
conducta frente al estrés
Los niños pueden mostrar ciertos patrones

PATRONES DE CONDUCTA FRENTE AL ESTRES


Los niños pueden mostrar ciertos patrones en sus reacciones frente a los estresores. Estas reacciones son intentos adaptativos para ajustarse a las demandas del ambiente estresante (Chandler y Maurer, 1996). Imaginémonos por un momento una línea recta; en un extremo están las conductas adaptativas y efectivas y en el otro extremo los comportamientos desadaptativos frente a los estresores. Entonces, las conductas que adopta el niño para enfrentar el estrés pueden ser vistas en este continuum (Chandler, 1985).
Si se construye un eje, se puede
hallar cuatro cuadrantes que corresponden a los modos en que las reacciones al estrés de los niños pueden tomar forma (ver Figura 1). Los cuatro patrones de respuesta al estrés pueden ser descritos de la siguiente manera (Chandler, 1985):
Respuesta Dependiente: falta de autconfianza, dificultad para
aceptar las críticas, pobre asertividad, poca participación en actividades.
Respuesta Reprimida: mucha sensibilidad, fácilmente se molestan o se les hieren sus sentimientos, temerosos ante nuevas situaciones, poca
confianza en sí mismos, preocupados innecesariamente.
Respuesta Pasivo-Agresiva: frecuentemente son niños de bajo rendimiento académico, tienden a postergar sus deberes; poco cooperativos, despistados; sus notas tienden a bajar.
Respuesta Impulsiva: exigente, desafiante, de
temperamento explosivo; iniciarán incomodidad o molestia en sus interacciones con otros niños; Por otro lado puede ser muy activos, descuidados en su trabajo escolar.
Desde este punto de vista, la
conducta del niño bajo estrés puede ir desde el extremo pasivo al extremos activo; y por otro lado, del extremo introvertido al extremos extrovertido. Una representación gráfica de este modelo será mejor comprendido si se construye un eje (ver figura 1). Mientras más extremas sean las conductas (hacia los polos Activo-Pasivo o Introversión-Extroversión), más desadaptativos será el ajuste el niño a su ambiente.
De
manera similar, Moos y Billings (1982) describieron unos patrones re respuestas para enfrentar las situaciones estresantes:
Aceptación Resignada:
aceptar la situación tal como ocurre. Hay un sentimiento de sometimiento al destino o que nada puede hacerse.
Descarga Emocional: las respuestas de este tipo involucran un
carencia de control en las emociones, dejando que se exterioricen de manera intensa.
Desarrollo de Recompensas Alternativas: para
compensar la frustración o la pérdida experimentada, la persona puede recurrir a buscar metas sustitutas, creando fuentes alternativas para buscar satisfacción. Implica una conducta autónoma.
Evitación cognitiva: se escapa en las fantasías, en el "soñar despierto" y en negar la situación estresante. Las implicancias de las conceptualizaciones vistas en el presente documento deben alertar a los padres y profesores para
actuar con sensibilidad ante las necesidades adaptativas de los niños; adicionado a ello, tomar en cuenta también que gran parte de los estresores y recursos adaptativos provienen de la relación que mantenemos con los niños en el hogar y en el colegio. Ciertos patrones de reacción al estrés pueden ser predecibles, sea que estén vinculados a etapas del desarrollo o a conocidas clasificaciones clínicas de la conducta infantil; los padres y profesores pueden entonces estar mejor orientados al conocer el rango de posibles reacciones de sus hijos(as)ante potenciales estresores previamente identificados en la literatura.

COMO EXPERIMENTAN EL ESTRES LOS NIÑOS?


Especialistas han identificado dos categorias de experiencias estresantes. El estres agudo se define como un principio repentino e intenso (por ej., una enfermedad de corto plazo de un progenitor), y despues un apaciguamiento, de estimulos estresantes. El estres cronico (por ej., la perdida mediante la muerte o la separacion prolongada de una persona importante en la vida del nino-abuelo, cuidadora, hermano), por otra parte, es progresivo y tiene los efectos mas significativos y perjudiciales en los ninos, incluyendo cambios en la quimica y la funcion cerebrales, y un declive en la resistencia a enfermedades (Gunnar y Barr, 1998; Lombroso y Sapolsky, 1998).
Zegans (1982) presenta la teoria que se experimenta el estres en cuatro etapas un tanto distintas: (1) alarma y reaccion fisica; (2) evaluacion, mientras un nino intenta extraer significado del evento; (3) la busqueda de estrategias de adaptacion o de aguante y finalmente (4) implementacion de una o mas estrategias. Esta etapa de implementacion puede ser una accion no repetida o puede extenderse por horas o dias. La evaluacion de ninos de eventos estresantes y sus elecciones de estrategias viables para aguantarlos difieren de las de adultos (por ej., dejar un juguete favorito en el centro de cuidado infantil por la noche puede tener un impacto negativo en ninos que no pueden "hallar" un modo de "esperar" hasta que se los reunan; esta reaccion y el temor a su repeticion pueden durar por varios dias.) Ademas, peritos han observado que las respuestas fisicas de ninos al estres tambien difieren de las de adultos ya que pueden ser mas intensas y abarcar todo el cuerpo (Zegans, 1982).

COMO PUEDEN LOS ADULTOS RESPONDER AL ESTRES DE LOS NIÑOS


La ayuda a los ninos con su comprension y uso de estrategias eficaces de adaptacion y manejo debe basarse en el nivel de desarrollo del nino y su entendimiento de la naturaleza del evento provocador de estres. Maestros y padres pueden impedir y reducir el estres de los ninos de muchas maneras:
* Ayude al nino a anticipar eventos estresantes, como el primer corte de pelo o el nacimiento de un hermanito. Los adultos pueden preparar a los ninos con aumentar su entendimiento del evento venidero y reducir su impacto estresante (Marion, 2003). La preparacion excesiva de los ninos para eventos estresantes venideros, no obstante, puede resultar aun mas estresante que el evento mismo (Donate-Bartfield y Passman, 2000). Los adultos pueden evaluar el nivel optimo de preparacion con animarle al nino o la nina a hacer preguntas si quiere saber mas.
* Provea ambientes de apoyo donde los ninos pueden representar sus preocupaciones dramaticamente o usar materiales artisticos para expresarlas (Gross y Clemens, 2002).
* Ayude a los ninos a identificar una variedad de estrategias de manejo (por ej., "pide ayuda si alguien se burla de ti"; "dile que no te gusta"; "vete de alli"). Las estrategias de manejo les ayudan a los ninos a sentirse mas eficaces en situaciones estresantes (Fallin, Wallinga y Coleman, 2001).
* Ayude a los ninos a reconocer, nombrar, aceptar y comunicar sus sentimientos de manera apropiada.
* Ensene a los ninos unas tecnicas de relajacion. Considere sugerirle a un nino que haga tales cosas como "respira profundamente tres veces"; "cuenta al reves"; "contrae y suelta tus musculos"; "juega con la pasta de moldear"; "baila"; "imaginate un lugar preferido en que quieres estar y visita ese lugar en tu mente" (usar la imagineria creativa) (O'Neill, 1993).
* Practique habilidades positivas de hablar a uno mismo (por ej., "Voy a intentarlo. Creo que puedo hacer esto.") para ayudar en fomentar el manejo del estres (O'Neill, 1993).
Otras estrategias basicas son la implementacion de estrategias positivas razonables de disciplina, el seguimiento de rutinas constantes, una cooperacion mejorada y la provision de tiempo para la revelacion segura de los ninos, tanto en privado como en grupos, de sus preocupaciones y tensiones.

COMO SE ADAPTAN LOS NIÑOS AL ESTRES?


Los teoricos creen que estos comportamientos representan las luchas de ninos por manejar y reaccionar a eventos estresantes. Creen que los ninos generalmente se distancian en sentido emocional de situaciones estresantes por medio de comportarse de maneras destinadas a disminuir el estres (por ej., llorar y enfadarse para mostrar sentimientos de abandono cuando los padres van al trabajo) o a cubrir o esconder sentimientos de vulnerabilidad (por ej., portandose mal o de manera agresiva o perturbadora cuando es hora de poner los juguetes en su lugar o dejar de jugar). Conforme crecen, para aguantar el estres negativo, los ninos utilizan cada vez mas sus estrategias cognitivas para resolver problemas, haciendo preguntas sobre eventos, circunstancias y expectativas de lo que pasara y la aclaracion de lo que ha pasado (Kochenderfer-Ladd y Skinner, 2002).
La exposicion prolongada al estres y el uso continuo por un nino de estrategias de aguante pueden resultar en patrones de comportamiento que son dificiles de cambiar si el nino percibe la estrategia como efectiva (Kochenderfer- Ladd y Skinner, 2002; Stansbury y Harris, 2000). ?
Los teoricos creen que estos comportamientos representan las luchas de ninos por manejar y reaccionar a eventos estresantes. Creen que los ninos generalmente se distancian en sentido emocional de situaciones estresantes por medio de comportarse de maneras destinadas a disminuir el estres (por ej., llorar y enfadarse para mostrar sentimientos de abandono cuando los padres van al trabajo) o a cubrir o esconder sentimientos de vulnerabilidad (por ej., portandose mal o de manera agresiva o perturbadora cuando es hora de poner los juguetes en su lugar o dejar de jugar). Conforme crecen, para aguantar el estres negativo, los ninos utilizan cada vez mas sus estrategias cognitivas para resolver problemas, haciendo preguntas sobre eventos, circunstancias y expectativas de lo que pasara y la aclaracion de lo que ha pasado (Kochenderfer-Ladd y Skinner, 2002).
La exposicion prolongada al estres y el uso continuo por un nino de estrategias de aguante pueden resultar en patrones de comportamiento que son dificiles de cambiar si el nino percibe la estrategia como efectiva (Kochenderfer- Ladd y Skinner, 2002; Stansbury y Harris, 2000).

HASTA QUE GRADO SON VULNERABLES LOS NINOS PEQUEÑOS AL ESTRES


El estres se experimenta de muchas formas y varia segun el nino individual, su nivel de desarrollo y su experiencia previa en la vida. La adaptacion o el manejo del estres parece depender mucho de las capacidades de desarrollo de un nino y su inventario de habilidades para poder aguantar situaciones dificiles (de manejo). Los investigadores sugieren que los ninos de menos de 6 anos de edad han desarrollado menos capacidad de (1) pensar integramente en un evento; (2) elegir de un "menu" de posibles comportamientos en respuesta a cualquier evento nuevo, interesante o provocador de ansiedad; (3) comprender un evento sin relacionarlo con sus propios sentimientos y (4) modificar sus reacciones fisicas en respuesta a cambios de estimulo (Allen y Marotz, 2003).
El estres puede influir tanto positiva como negativamente. Cuanto mas pequeno el nino, mas impacto tienen los eventos nuevos, y mas poderoso y posiblemente negativo llega a ser el estres. Cierta cantidad de estres forma una parte normal de la vida cotidiana de un nino y puede tener influencias positivas. No obstante, el estres excesivo puede tener efectos tanto inmediatos como de largo plazo en la adaptabilidad de los ninos a situaciones nuevas, hasta a eventos que no parecen tener relacion alguna con el evento estresante especifico.
La investigacion indica que el impacto negativo del estres es mas profundo en ninos que tienen menos de 10 anos de edad, tienen un temperamento genetico "lento a calentarse" o "dificil," nacieron prematuramente, son varones, tienen una capacidad cognitiva limitada, o han sentido algun estres prenatal (Monk et al., 2000). Ninos que viven en la pobreza, o en comunidades violentas, o que son intimidados en ambientes escolares tambien estan sujetos a mas estres externo (McLoyd, 1998) que otros ninos. Los que tienen menos resistencia a estimulos externos e internos sentiran una mayor variedad de eventos y condiciones como negativamente estresantes (Stansbury y Harris, 2000).

INFORMACION


El estrés es una respuesta a cualquier situación o factor que crea un cambio emocional o físico negativo o ambos y lo pueden experimentar personas de todas las edades. En pequeñas cantidades, el estrés es bueno, ya que puede motivar y ayudar a la gente a ser más productiva; sin embargo, el exceso de estrés puede interferir con la vida, las actividades y la salud del individuo. El estrés puede afectar la forma como las personas piensan, actúan y sienten.
Los niños aprenden a responder al estrés por lo que han observado y experimentado en el pasado. En la mayoría de los casos, el estrés experimentado por un niño puede parecer insignificante para los adultos, pero como los niños tienen pocas experiencias previas de las cuales aprender, incluso las situaciones que exigen cambios pequeños pueden tener un impacto enorme en los sentimientos de seguridad y confianza del niño.
El dolor, las lesiones y la enfermedad son las principales fuentes de estrés para los niños. Los tratamientos médicos son aún más estresantes. El hecho de reconocer la existencia de estrés en los padres (como el que se ve durante el divorcio o las crisis financieras) puede ser muy estresante para un niño, al igual que la muerte o la pérdida de un ser querido.

UNA REFLEXION


Si usted observa actitudes "extrañas" o "no esperables" en su hijo/a es probable que esté marcando alguna situación familiar, por lo que se debe realizar en tiempo y forma una consulta médica y eventualmente psicológica.Es sorprendente la negación que existe por parte de muchos padres para concurrir al psicólogo y mucho menos enviar a sus hijos.Psicólogo? si yo no estoy loco!!!Típica frase que escucho en el consultorio, como si yo pediatra estuviera enviando a una persona al patíbulo, en realidad los estoy enviando a buscar dentro de sus sentimientos, de su vida y volver enriquecidos.No es fácil, lo sé, si al fin y al cabo soy una persona, y como persona tengo mis problemas, mis miedos, mis inseguirdades y mis negaciones....Este artículo cumplirá con su finalidad si logra despertar en el lector necesitado de apoyo psicológico la aceptación y comprensión de lo importante que es recibir ayuda profesional adecuada.Esa ayuda para que sea más efectiva no debe postergarse ya que sólo aumentaríamos la ansiedad, la angustia familiar y por ende la enfermedad.La familia, los amigos los compañeros pueden opinar y ayudar, pero en muchos casos esa ayuda no alcanza (más casos de los que creemos...) por lo que es imperioso que seamos los adultos los que demos el paso para enfrentar de manera correcta los "embates de la vida moderna". Es nuestra responsabilidad como padres el tomar las adecuadas desiciones en cuanto a la salud física y emocional de nuestra familia.Si usted es una persona que no acepta ayuda psicológica, le recomendamos leer sobre psicología e informarse, es muy probable que en poco tiempo comprenda lo que dichos profesionales (psicólogos) hacen por el bien de la salud. Dr. Jornas
Estrés en los niños - TipsEl estrés es un suceso que provoca una reacción afectiva muy intensa, con un correlato físico importante relacionado con ansiedad o angustia intensa. Es un verdadero desafío para quien lo enfrenta, debido a que se debe activar mecanismos que lgoren encontrar una salida a la situación con los recursos físicos y psíquicos que posea dicha persona.
Escala para evaluar la intensidad del estrés psicosocial en Niños y adolescentes
Ejemplos de Estrés
Agudo
Crónico
Ausente
No hay estrés aparente
No hay estrés aparente
Leve
Ruptura con el novio.
Cambio de colegio
Exceso de personas viviendo en el hogar.
Discusiones familares.
Moderado
Expulsión de la escuela.
Nacimiento de un hermano
Enfemedad crónica incapacitante en alguno de los padres.
Desavenencia crónica entre los padres.
Grave
Divorcio de los padres.
Embarazo no deseado
Detención o interrupción de embarazo en la madre
Trato duro o rechazo de los padres.
Enfermedad que amenaza la vida de alguno se los progenitores.
Múltiples estancia fuera del hogar de alguno de los padres.
Extremo
Abuso sexual o físico.
Muerte de alguno de los progenitores.
Abuso sexual o físico recurrente.
Catastrófico
Muerte de ambos progenitores
Enfermedad críonico que amenaza la vida.

LO QUE LOS NIÑOS PUEDEN HACER PARA ALIVIAR EL ESTRES


La comunicación abierta y acogedora en las familias ayuda a reducir la ansiedad y depresión en los niños. Se recomienda estimular a los niños para que hablen de sus emociones y ayudarlos a plantear formas simples de cambiar la situación estresante o su respuesta a dicha situación.
A continuación se presentan algunas recomendaciones que los niños pueden seguir para ayudar a reducir el estrés:
Hablar de los problemas. Si no puede comunicarse con sus padres, intentarlo con alguien en quien pueda confiar.
Tratar de relajarse. Escuchar música suave. Darse un baño con agua tibia. Cerrar los ojos y respirar profundo y lento. Tomarse un tiempo para estar solo. Si tienen una actividad favorita o un hobby, darse tiempo para disfrutarlo.
Hacer ejercicio: la actividad física reduce el estrés.
Fijarse expectativas realistas. Hacer lo mejor que pueda y recordar que nadie es perfecto.
Aprender a quererse y a respetarse a sí mismo. Respetar a los demás. Estar con personas que lo acepten y respeten.
Recordar que las drogas y el alcohol nunca resuelven los problemas.
Pedir ayuda si tiene problemas con el manejo del estrés.

SIGNOS DE ESTRES NO RESUELTO EN LOS NIÑOS


Es posible que los niños no se den cuenta de que están estresados. Los padres pueden sospechar que un niño tiene estrés excesivo si éste ha tenido que experimentar una situación potencialmente estresante y comienza a mostrar síntomas como:
Síntomas físicos
dolor de cabeza
molestia estomacal o dolor de estómago vago
alteraciones en el sueño
pesadillas
enuresis nueva o recurrente
disminución del apetito y otros cambios en los hábitos alimentarios
tartamudeo
otros síntomas físicos sin enfermedad física
Síntomas emocionales o de comportamiento
ansiedad
preocupaciones
incapacidad de relajarse
miedos nuevos o recurrentes (miedo a la oscuridad, a estar solo o a los extraños)
aferrarse al adulto, incapaz de perderlo de vista
comportamiento inquisitivo (puede o no hacer preguntas)
rabia
llanto
gimoteo
incapacidad para controlar sus emociones
comportamiento agresivo
comportamiento terco
regresión a comportamientos típicos de etapas anteriores del desarrollo
renuencia a participar en actividades familiares o escolares

VISION INTRODUCTORIA AL ESTRES INFANTIL


El tema del estrés es frecuentemente manejado tanto por artículos periodísticos o revistas populares, como por reportes científicos. Las preguntas básicas para iniciar la comprensión del tema son pocas: ¿qué es el estrés?, ¿qué reacciones tenemos cuando experimentamos estrés?, ¿Se puede afirmar que los niños también padecen estrés bajo condiciones difíciles?
De hecho, los niños y adultos pueden
mostrar diferentes modos de reaccionar frente al estrés (Weinman, 1987); además el estrés juega un papel importante en las causas y el mantenimiento de problemas emocionales, lo que es especialmente también cierto en los niños (Chandler y Shermis, 1986). Tanto los padres, profesionales de la salud y profesores, así como las personas que están presentes en las relaciones del niño, deben acercarse a la compresión del estrés en los niños, para tener un mejor panorama de la salud mental del niño en la familia, relaciones sociales y el funcionamiento escolar.
Para acercarnos al estrés en los niños, debemos estar alertas a
cuatro aspectos muy importantes que nos orientarán tanto en la observación de los niños como en las formas de tratar de ayudarlos (Chandler, 1985; Chandler y Maurer, 1996):
Los estresores que afectan al niño (¿qué eventos o estímulos están estresando al niño?)
La percepción del niño sobre los estresores (¿el niño cree que no podrá hacer
frente a los estresores?, ¿qué piensa sobre la posibilidad de controlar lo que le sucede?).
El
impacto del estrés sobre las áreas de funcionamiento del niño: desempeño escolar, relaciones sociales y familiares, salud física.
El
comportamiento que adopta el niño para ajustarse al estrés. (¿El niño estresado reacciona con comportamientos aleatorios?, ¿Qué tipo de patrón de conducta al estrés está adoptando el niño?)
Estos
elementos deben ser considerados puntos clave para la investigación , la intervención terapéutica y la prevención. La observación del niño, sea por un especialista, profesor o padre de familia, debe estar orientada por estos cuatro puntos de referencia.
Para
definir lo que es el estrés, se pueden tomar como referencia tres enfoques (Weinman, 1987):
Es estrés como estímulo: la monotonía, el aislamiento, el
trabajo continuado bajo presión de tiempo, el calor, el cambio abrupto de ambiente, etc., son condiciones estresantes cuyos efectos generalmente provocan al niño reacciones de adaptación; estas reacciones pueden, sin embargo, no ser adaptativas. Desde este punto de vista, se toma al estrés como estresor, es decir, como las características del ambiente que exigen conductas de adaptación. se pueden identificar tanto estresores externos (como las circunstancias en las líneas anteriores) como estresores internos (impulsos, deseos, etc.) (Cramer y Block, 1998)
El estrés como respuesta: el niño exhibe conductas como respuesta que intentan adaptarlo al estresor. Los niños pueden mostrar, como mencionamos en un párrafo anterior, diferentes estilos de respuesta ante el estrés (Chandler, 1985; Chandler, 1994; Chandler y Maurer, 1996), reacciones que significan el uso de determinados mecanismos defensa (Cramer, 1987),
inclusive desde la edad preescolar (Cramer y Block, 1998). Considerando el aspecto fisiológico, Selye (1974) denominó Síndrome de Adaptación General a las reacción fisiológica generalizada en la experiencia de estrés.
El estrés como
amenaza percibida: desde otro punto, se asume que el estrés proviene de la percepción y evaluación que la persona hace de la situación, identificándola como evento amenazante para la propia seguridad. El sujeto evalúa y compara sus propias capacidades para hacer frente al estrés y la intensidad del estresor, experimentando reacciones consecuentes de esa evaluación. La disparidad entre los retos que experimenta la persona y la creencia que tiene sobre su capacidad para afrontarlos, determina la experiencia del estrés(Alsop y McCaffrey, 1993).