miércoles, 8 de agosto de 2007

ATAQUE DE ANSIEDAD, MÁS QUE NERVIOS Y ESTRÉS


A pesar de que la ansiedad es una reacción natural que tiene la finalidad de preparar al organismo para enfrentar adversidades, hay ocasiones en que se vuelve incontrolable y paraliza al individuo, imposibilitando su desempeño en hogar, trabajo o escuela. ¿Cómo hacerle frente?
La carga de trabajo y responsabilidades que caracterizan al ritmo de vida en las grandes ciudades nos obliga a vivir en estado de alerta por tiempo prolongado, a la vez que actividades tan básicas como dormir y comer “pierden importancia” y se realizan en forma deficiente. Esta cualidad de nuestro tiempo es cuestionada severamente por la Medicina, ya que ha favorecido el avance de un padecimiento que genera agitación y decaimiento, a veces sin causa aparente, en considerable porcentaje de la población: el trastorno de ansiedad, mismo que en condiciones extremas puede desencadenar crisis o ataques de pánico.
Antes que nada, cabe aclarar que “la ansiedad es una respuesta normal del organismo para enfrentar una situación de peligro; se caracteriza porque la percepción de los sentidos es más aguda, las pupilas se dilatan para mejorar la visibilidad y la circulación se incrementa en los músculos para que estén mejor irrigados y se muevan con mayor rapidez y potencia. Se trata de una reacción que data de épocas remotas, completamente natural, que nos ayuda a mantenernos alerta cuando estamos ante una adversidad, sea conocida o no, como hablar en público, presentar un examen, cambiar de trabajo, contraer matrimonio o sufrir un accidente”, explica la Dra. Alma Romero Díaz, quien es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Consejo Mexicano de Psiquiatría.
Sin embargo, agrega la especialista en entrevista para saludymedicinas.com.mx, que hay ocasiones en que la ansiedad deja de ser conveniente y se transforma en una condición anómala, ya que se presenta por mucho tiempo y/o es tal su severidad, que impide al individuo la realización de sus actividades cotidianas, como trabajar o estudiar, e incluso imposibilita salir de casa o atender adecuadamente a los hijos y familia.
Se dice que del 5 al 7% de la población mexicana se ve afectada por la ansiedad, y aunque es más frecuente en personas mayores de 20 años, puede presentarse a cualquier edad. Varios factores intervienen en su surgimiento, pero la psiquiatra refiere que contribuyen en mucho “la susceptibilidad de cada persona y el intenso estrés de las grandes ciudades, donde hay largas distancias por recorrer, enorme carga de trabajo, competencia y preocupación porque no alcanza el dinero”.
Cuando cunde el pánicoHablar de trastorno de ansiedad es mucho más que pensar en nerviosismo o tensión pasajera, pues se trata de un problema desgastante que disminuye notablemente la calidad de vida. Por principio, el paciente se vuelve incapaz de relajarse, no puede concentrarse bien y le cuesta mucho conciliar el sueño.

No hay comentarios: